El teletrabajo no es sólo un capricho producto de una situación excepcional. Ha puesto en marcha una serie de dinámicas con las que las empresas españolas van a tener que convivir a la fuerza, entre otras cosas, porque coloca a sus competidoras de países más ricos en una posición de privilegio.
No sólo son fuerzas de mercado las que están afianzando esta situación, sino que el regulador europeo, tanto en lo que afecta directamente al teletrabajo, como en futuras regulaciones en materia de integración fiscal y económica, va a convertir esta práctica en algo cotidiano.
Así pues:
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Los trabajadores con un mínimo de valor e idiomas van a recibir ofertas de empresas extranjeras. Esto sucede y va a seguir sucediendo. Los empleados españoles tienen formación, son relativamente económicos en su franja horaria y tienen una cultura de trabajo occidental.
Los españoles somos, tradicionalmente, reacios a emigrar. No hay más que ver las cifras de nuestro entorno para ver nuestra escasa inclinación. Los motivos son muchos pero tampoco son importantes. Lo importante es que, la presión salarial sobre enormes masas de trabajadores está creciendo porque ya no compites con otras empresas españolas, sino de, en su mayoría, tu franja horaria y las colindantes.
Esto descontando efectos coyunturales como la inflación.
Incluso aunque puedas pensar que la complejidad administrativa puede ser una barrera, soluciones de global payroll están surgiendo como setas, de forma que, a efectos prácticos, los competidores extranjeros ni siquiera se tienen que preocupar por eso ya, y los empleados simplemente cotizan como empleados por cuenta ajena en España.
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Pero, tú puedes hacer lo mismo ¿no? Después de todo, a quién no le gustaría tener trabajadores competentes por mucho menos dinero ¿verdad? Sin embargo sucede lo siguiente:
a) Esto ya se intentó en su momento y el asunto de los husos horarios, para muchos trabajos, es un problema. Una cosa es la comunicación asíncrona y otra muy distinta es tener a alguien en las antípodas, lo que convierte cualquier cosa que no sea la rutina, en una pesadilla.
Alguien que vive en el mismo huso horario, si un día es necesario que aparezca por la oficina, puede coger un avión o un tren y estar listo en unas horas enfrentando una logística razonable. O simplemente encender una cámara y estar más fresco.
b) La cultura del trabajo, que es un proxy de comunicación, expectativas, etc, complica mucho las cosas. Si paseas por foros anglosajones, donde hablan muy abiertamente de esto, los problemas culturales se citan habitualmente como una de las dificultades más importantes, tanto a la hora de externalizar como de establecer sedes en otros países.
Pero supongamos que eres muy habilidoso y consigues esquivar el fracaso de millones de empresas. Con el teletrabajo mucho más extendido, estarás compitiendo con empresas a los que se les ocurrió lo mismo, pero que están dispuestas a pagar mucho más que tú.
El diferencial entre los costes tangibles e intangibles y contratar a un trabajador local puede que no merezca la pena ya.
Al final, España es, en su huso horario, el país occidental con los salarios modales más bajos.
Bien, pero ¿Qué soluciones existen?
Piénsalo bien. El teletrabajo es, para mucha gente, un proxy. Para muchos trabajadores significa alguna de estas cosas.
- No quiero vivir en otra ciudad (habitualmente Madrid o Barcelona).
- No quiero perder tantas horas yendo y viniendo del trabajo.
- No estoy cómodo trabajando en mi oficina.
- Quiero libertad para moverme sin necesidad de estar de vacaciones.
El punto 4 no se puede resolver sin teletrabajo. No sé qué subconjunto de trabajadores representará, pero mi intuición, después de leer y escuchar, es que la mayoría de los trabajadores están en los dos primeros puntos, y quizá el tercero.
Es decir, al final, para la mayoría, es una cuestión de tiempo, renta disponible, y comodidad.
Hasta 2021, muchos trabajadores españoles se veían obligados a mudarse a Madrid o Barcelona, ciudades que son tremendamente agresivas con las rentas modales, por el imparable aumento del coste en la ecuación entre tiempo/alquler que dichas rentas se ven obligadas a enfrentar.
Pasados los primeros años, donde esto se puede ver (quizá) compensado por la facilidad para conocer gente y la oferta de ocio, muchos trabajadores sienten que su calidad de vida merma constantemente a pesar de que cobren salarios mayores.
Es por esto que la implantación del teletrabajo produjo enormes flujos de trabajadores de Madrid y Barcelona a otras provincias. Para mucha gente estar en dichas ciudades es simplemente una obligación.
Concretando soluciones
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Hay empresas que están cambiando su modelo de oficinas. Más locales, más pequeños, en más ciudades de tamaño medio/pequeño. Esto permite moderar la inflación salarial con el aumento de la renta disponible de los empleados, al mismo tiempo que gastan menos tiempo y dinero en transporte.
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Teletrabajo híbrido. Esta es una solución que se está haciendo común, pero no es muy competitiva en Madrid y Barcelona, porque aunque afecta al tiempo y gasto en transporte del trabajador, sigue obligándole a vivir en ciudades donde el coste de vida crece a un ritmo más alto del que las empresas pueden compensar.
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Teletrabajo total. Evidentemente si estás leyendo esto es porque tienes reservas. Quizá sean cuestiones de compliance, por la naturaleza del puesto de trabajo, o mil otros motivos. Sin embargo, en mi opinión, si el puesto lo permite yo no lo dudaría porque nunca vas a ser capaz calcular mejor que el propio trabajador dónde maximizar su renta disponible, tiempo, etc. Hay mil circunstancias que es imposible calcular a priori.
Piensa, simplemente, qué condicionantes pueden ser necesarios. Que no sea fuera de la UE o de España por cuestiones legales me parece la más obvia.
Intentan encontrar un buen balance entre los proxies que mencionamos antes y las necesidades del negocio.
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Formación y bienestar. No todo el mundo es un mercenario. Existe un subconjunto no despreciable de trabajadores que si sienten que existe un esfuerzo por parte de la empresa, valoran la seguridad y la tranquilidad. Buenos procesos de onboarding, formación, promoción y retención son complicados y laboriosos de establecer, pero combinados con los puntos anteriores, son capaces de mantener la rotación majo mínimos.
Esto no sólo consiste en crear canales formales, sino garantizar que existe lo que los anglosajones llaman cross-training, que es lo que en España hemos llamado toda la vida ser un aprendiz. Es decir, que trabajadores con perfil senior actúen de mentores para los juniors, trabajadores de menor cualificación o que estén buscando formarse. Para esto es necesario que los seniors tengan tiempo, y una actitud proactiva.
Problemas que se anticipan: La vivienda y la inflación salarial
Aunque no es el lugar de hacer un análisis muy macro de la situación ni de proponer soluciones aquí (sería muy largo), las empresas no viven en el éter.
A nivel material, los trabajadores no necesitan mayores salarios, sino renta disponible. De nada sirve la inflación salarial si esta ni siquiera consigue igualar el aumento del coste de la vida, particularmente los alquileres.
Los problemas asociados al coste de la vida en Madrid y Barcelona se están extendiendo también a otras capitales de provincia, como Valencia, Málaga y A Coruña. Esto se puede observar siguiendo los datos de´los padrones municipales y la evolución de los precios de la vivienda.
Es necesario presionar a la administración para que haga mucho más de lo que está haciendo al respecto. La vivienda es un bien no transable, no se puede mover la oferta de un lado a otro, de manera que el papel de la administración es crucial.
Hay que tener en cuenta que la reducción de la renta disponible vía coste de la vivienda tiene un impacto dramático en todas las demás actividades de la economía. Son las rentas modales las que sostienen la mayor parte del consumo, y una reducción de su renta disponible es inevitablemente una contracción del consumo.
También es necesario recordar que el status exportador de España se mantiene también debido al diferencial salarial (la famosa devaluación interna post-euro), y que dicho status no se sostiene si los salarios se igualan con centroeuropa.
Es por ello que es tan importante remarcar el concepto de renta disponible, y hablar de vivienda, que es el principal detractor de renta.